Navidad con Froggies

Este mes de diciembre he podido colaborar en diferentes artículos con la empresa de animación Froggies, en la cuál colaboro con el proyecto Tiny Froggies en Zaragoza.

A continuación copio las distintas publicaciones seguidas de su enlace original.

 

Salubilidad: Navidad en familia

Se acerca la Navidad, y con ella crece la ilusión de los más pequeños: ¡Vacaciones y regalos! Tiempo para jugar, hacer actividades con la familia, viajar…

Como tradición cultural, la Navidad es un periodo de celebración, de paz, amor y alegría. Y en las sociedades occidentales modernas, también es sinónimo de consumismo.

 

=la foto 11¿Necesitan los niños muchos regalos para Navidad?

La respuesta es no. La cantidad de regalos, o el tipo de regalo no influye en la felicidad de los pequeños. En cambio sí lo hacen las expectativas y los valores familiares. Si nuestros hijos están acostumbrados a un estilo de vida en el que los afectos se miden en base a lo material, si sus valores van en consonancia  con el materialismo, es probable que se sientan muy irritados si los reyes no les traen lo que ellos esperaban.

Lo que todo niño espera y realmente desea, es pasar tiempo con sus padres. Cuando esto no sucede, los juguetes son una herramienta útil para rellenar ese vacío. Pero la satisfacción será pasajera, y el vacío se hará más exigente.

 

Mi situación económica ha cambiado, no puedo celebrar la Navidad como antes

Hay padres y abuelos preocupados porque debido a una mala situación económica, no pueden celebrar la Navidad como en años anteriores. Hemos identificado el amor con una joya, marisco o un juguete, cuando lo azul0572realmente importante es gratuito: la presencia afectuosa, una caricia, un abrazo.  El amor se entrega directamente, sin intermediaros. Nos cuesta percibir la Navidad de esta manera porque estamos acostumbrados a vivirla en desunión: los niños juegan con los regalos y los adultos tienen sus conversaciones de adultos.

El tiempo que pasamos en familia en Navidad no puede ser muy diferente al que pasamos el resto del año. Si compartimos conversaciones, juegos, caricias… cuando lleguen las fiestas, con o sin juguetes, el tiempo compartido será muy similar.

 

Conflictos familiares. Que el niño no se entere…

En ocasiones la Navidad no resulta agradable para los adultos. Los conflictos familiares son un motivo frecuente de malestar en Navidad.

¿Debemos ocultar a nuestros hijos nuestro estado de ánimo para que no les afecte a ellos? No.

Los niños perciben cuando estamos alegres y cuando no. Descifran nuestras miradas y gestos. Por mucho empeño que pongas en disimular, ellos siempre perciben tu estado de ánimo. Es un error común considerar que no es así. Lo que necesitan en ese momento es coherencia. Una coherencia entre lo que ven en nosotros y lo que nosotros describimos con nuestras palabras. Negar su percepción sobre lo que nos sucede genera mucha confusión. Podemos reconocer a nuestros hijos que estamos tristes, enfadados o agobiados, pero que podemos cuidar de nosotros mismos. Normalizar todas las emociones, identificarlas y nombrarlas, ofrecerles coherencia y ser un ejemplo en su educación emocional.  Después hay que ser valiente para ocuparnos del conflicto que nos señalan nuestras emociones: hay algo que resolver, existe una situación impuesta por la Navidad en la que no quiero permanecer. Hay algún cambio por hacer para buscar el bienestar real propio y en consecuencia de los hijos. Los niños necesitan que estemos genuinamente bien, no forzadamente adaptados.

 

=cris cloe4¿Qué juguete le compro?

El juego es algo innato e imprescindible para el crecimiento y desarrollo de habilidades. Jugar es una actividad importante todos los días del año. No debemos ofrecer material de juego exclusivamente en una etapa del año y de forma abundante. Lo recomendable sería comprar juguetes simples, de construcciones, creatividad y experimentación (pintar, colocar, mezclar, mover…) adecuados a la edad, y repartirlos a lo largo del año. Una cantidad importante de regalos en un periodo corto de tiempo puede hacer que el niño pierda interés en varios de ellos o que se estrese ante tanta estimulación y no pueda disfrutar y aprender con el juguete.

En el mercado actual, hay una gran variedad de juguetes disponibles. Ya hemos comentado que no es necesario gastarse una cantidad importante de dinero en juguetes para que los niños disfruten y aprendan.

Además de juguetes, podemos ofrecerles diversión en forma de experiencias: viajar, conocer lugares nuevos, actividades en familia o con otros niños, jugar en la naturaleza, experimentar con la nieve… Poder jugar en un entorno natural también es un gran regalo.

 

El mejor regalo es un espacio compartido en el que crear, conversar, jugar, experimentar todos juntos. La presencia es el mejor regalo. Apaga el móvil, desconecta de las obligaciones, y dedica tiempo de calidad con la familia estas navidades (y siempre).

¡Feliz Navidad!

Patricia Valiente

Psicóloga A-01842

Publicado en:  http://www.froggies.es/salubilidad-navidad-en-familia

 

Salubilidad: Patricia Valiente

Joven, entusiasta y soñadora de Zaragoza, así es Patricia Valiente. Los que la conocemos sabemos que se dedica en cuerpo y alma a su pasión la psicología. Trabaja como psicóloga en consulta privada desde hace más de 4 cuatro años, colabora en distintas entidades con temas de salud y prevención en la infancia y da cursos de formación. Además, tenemos la suerte de tenerla en nuestro equipo coordinando y guiando los grupos de Tiny Froggies en Zaragoza.

¿Con qué te quedas de tu profesión? Con los aprendizajes, tanto de los demás como los míos propios.

¿Algo que te gustaría cambiar?

Las desigualdades e injusticias en general! Pero si te refieres a mi trabajo, me gustaría influir en la forma que tienen las personas  de percibir la salud mental en general y la etapa de la infancia en particular. Me gustaría que las personas tomasen conciencia de la importancia de hacer un trabajo personal antes de tener hijos, como pieza clave para la preservación de la salud mental en la futura generación. Una idea que hoy por hoy no goza de mucha aceptación (incluso por fervientes defensores de la crianza respetuosa), vemos que es el factor clave para un cambio profundo en la sociedad: trabaja tus heridas, y no herirás a los demás (hijos, sociedad, otros seres vivos, naturaleza, etc.)

Llevas a cabo las actividades de Tiny Froggies en Zaragoza, ¿qué fue lo que te impulsó a ello?IMG_7452

El proyecto Tiny Froggies me pareció fantástico. Ofrece un espacio de aprendizaje y comunicación entre niños y mayores, niños con niños y mamás y papás con otros papás y mamás. Es un espacio donde crear tribu desde el acompañamiento respetuoso al desarrollo de las capacidades y la creatividad de los más pequeños.  Es una parte preciosa de mi trabajo.

¿Consideras que la infancia es una etapa clave en el desarrollo?

Sí. Ya desde la gestación comienzan a formarse las distintas estructuras psico-físicas que servirán de base para la formación y consolidación de la personalidad. El ambiente en el que el niño se desarrolla cumple un papel esencial. Con un trato respetuoso, afectivo y seguro conseguimos crear en los niños unos sanos cimientos que le permitan atravesar las distintas etapas madurativas hasta la edad adulta de forma natural. Cuando el entorno no proporciona seguridad ni afecto, los niños crecen con miedos e inseguridades que no le permiten desarrollarse y crecer psicológicamente, lo que provoca sufrimiento en la infancia y a lo largo de toda la vida siempre que no se le ponga remedio. Las experiencias emocionales correctoras serían todas aquellas que proporcionen un buen trato y toma de conciencia de los procesos internos, de la propia forma de funcionar en base a nuestras experiencias presentes y pasadas. Desde ahí podemos cambiar e influir en nuestro entorno de forma positiva.

 

¿Cómo te ves dentro de 20 años?

Me veo mucho más sabia, con familia propia, estabilidad y felicidad.

Gracias Patricia ;)

Publicado en:  http://www.froggies.es/salubilidad-patricia-valiente

 

 

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Los spot de Ikea de estas navidades invitan a la reflexión

Estamos en época de sueños, de ilusión, de muchos deseos y por supuesto, de consumismo desorbitado.

Esta semana lleva circulando en las Redes el maravilloso spot de Ikea, donde nos invita a los padres a reflexionar acerca de lo que los niños necesitan. La Navidad nos desamuebla la cabeza. Nada como el hogar para volvérnosla a amueblar.

También encontramos este otro anuncio que vuelve una vez más a fomentar el disfrute en familia, sin miedo a volvernos locos y dejar la casa muy lejos de esas normas de conducta que hemos ido instaurando socialmente.

En la web www.laotranavidad.es encontramos diversas ideas muy originales para hacer en familia. (Aunque soy de las que opinan que los niños no son buenos o malos; sino que depende del cristal con el que lo mires, me ha encantado esta campaña. Aprendemos cada día cosas nuevas).

Después de ver y ver las opciones tan chulas y los anuncios, me gustaría felicitar a los creadores de estos spot. Siempre tan acertados, siempre llegando tan profundo. No paro de leer en las redes cómo, a muchas personas que han visto el experimento, se le han saltado las lágrimas. Y es que no es para menos. Los niños piden unicornios y juguetes como hacen la mayoría de niños. Sin embargo, hay un momento donde se llena de fuerza la historia y les preguntan qué les escribirían a sus padres. Les proponen escribir #laotracarta. Ahí empezamos a observar cómo los niños efectivamente no necesitan cosas materiales. Ellos sólo necesitan contacto, mimos, juegos, diversión, afecto y mucho mucho tiempo.

Y esto me hace reflexionar acerca del tiempo de calidad y la cantidad. Los niños, claro está, igual que cualquier persona, necesitan tiempo de calidad. ¡Eso sin duda! Sin embargo, la cantidad también importa. Tener a sus padres cerca siempre que lo necesiten imprime una confianza y seguridad en los niños que se verá reflejado en su época adulta. Según Patricia Valiente, psicóloga y psicoterapeuta, – la capacidad de sintonizar emocionalmente con los hijos, es decir, de comprender y adaptar nuestro comportamiento a sus necesidades; se consigue a través del contacto directo con los pequeños, compartiendo tiempo, actividades y vida. Diferentes estudios han mostrado cómo las variables más influyentes en la salud mental infantil (y en conscuencia, adulta) son la seguridad, aceptación incondicional y afecto recibido por parte de las figuras de apego (mayoritariamente madres y padres). Para ello, padres e hijos tienen que estar cerca físicamente. Acompañarse, compartir experiencias e ir progresivamente aprendiendo el transformador proceso de ser padres conscientes de su crianza. Los niños necesitan presencia. Y ha de ser sensible, atenta, coherente y afectiva. Invertir tiempo con los hijos no debería suponer un esfuerzo; sino ser un deseo genuino por estar con el otro. Nada material puede sustituir a la sensación de ser amado por los padres.-

Veo, y sé que me repito, esperanza en la mayoría de los “nuevos padres”. Muchos se plantean cambiar patrones y dedicar ese tiempo a sus hijos además de saber disfrutar con ellos. Y ahí sí que veo mucho optimismo. Sé que no es una burbuja en la que yo me muevo por mi profesión; sino que efectivamente muchos padres, hasta con hijos más mayores, de pronto deciden dar un giro sobre cómo educan a los niños, que muchos han llegado en plena crisis de valores. Y, como toda crisis, nos invita a la reflexión. Como no puede ser de otra manera, la infancia y la mater/paternidad son parte importante de ello. Son el presente de muchos padres jóvenes y el futuro de toda una sociedad. Así que, una vez más, gracias a Ikea por remover conciencias y por abrir de nuevo un debate acerca del papel de los padres y madres.

 

Publicado en: http://blogs.diariovasco.com/madre-aprendiz/2014/12/13/el-spot-de-ikea-de-estas-navidades/